La Fiscalía de Sevilla ha pedido una condena de 21 meses de cárcel para la dueña de un bar, a quien imputa un delito contra el medio ambiente por los ruidos que producía su local y dos delitos de lesiones psíquicas a los vecinos que se vieron obligados a soportarlos.
El escrito de la Fiscalía de Medio Ambiente sevillana, al que ha tenido acceso Efe, explica que la acusada R.M.F.V. explotó al menos entre 2008 y 2010 un bar de la calle Pino Carrasco de Esquivel, una pedanía de Alcalá del Río (Sevilla), que solo contaba con licencia para cafetería sin cocina y sin música.
En realidad se trataba de un bar que, bastantes meses antes de la licencia de apertura, ponía música a elevado volumen procedente de dos televisores sin limitadores acústicos, y que además causaba ruidos desde la vía pública pues la acusada emplazaba veladores en la calle que, aunque autorizados, invadían la calzada.
Además,el local causaba molestias acústicas procedentes de los equipos de aire acondicionado en una zona cuya calificación urbanística impedía la actividad de bares con música, por ser uso residencial para viviendas unifamiliares, añade el fiscal.
Una pareja que vivía sobre el local sufrió durante ese tiempo, especialmente en las noches y los fines de semana, "ruidos excesivos e intolerables" y unas molestias que la acusada conocía, debido a las "repetidas inspecciones de la Policía Local, alertada tras denuncias vecinales".
Mediciones sonométricas verificaron que en la noche del 24 al 25 de abril de 2009 el dormitorio de los denunciantes registraba 34,2 decibelios, cuando el límite reglamentario era de 30, y que el bar emitía 58,8 decibelios cuando el límite reglamentario por ser zona residencial era de 55, añade la acusación.
El local, además, tenía un aislamiento "claramente inferior al mínimo exigido".
Ideal.es
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