En todos los barrios de la ciudad hay vecinos molestos que hacen cosas que nos desagradan. En la Zona Norte, cuando esto ocurre, pueden acudir a una persona que actuará de mediador en el conflicto y les ayudará a solucionar el problema. Se llama Servicio de Mediación Social Comunitaria, y lo viene prestando desde hace dos años la Concejalía de Acción Social dentro del Plan Integral de Recuperación de la Zona Norte de Alicante.
Soportar las fricciones y molestias propias de la convivencia vecinal no es algo que afecte únicamente a los habitantes de esa parte de la ciudad, pero en esos barrios se hace más necesaria la mediación porque son considerados vulnerables y, por tanto, más proclives a vivir situaciones de elevada conflictividad social. «Se ha creado allí y no en otro lugar simplemente porque es donde más se necesita», afirma la concejal de Coordinación de proyectos y responsable del Plan Integral de la Zona Norte, Sonia Alegría. «Son los barrios de la ciudad donde más se concentra la población inmigrante, donde más desempleados hay, y donde más casos tenemos de baja formación y absentismo escolar», explica la edil. «Los problemas vecinales en el resto de la ciudad quedan diluidos, pero aquí, por sus características especiales, tienen una incidencia muy superior».
La mayor parte de los conflictos en los que actúan tienen que ver con el incumplimiento de las normas básicas de convivencia: ruidos molestos, tirar la basura donde no corresponde, no respetar los horarios de descanso, o un uso indebido de los espacios públicos. En su mayoría son comunes a cualquier vecindario, pero en la zona Norte cambia la forma que se tiene de afrontar el problema por tratarse de barrios que parten de una situación de conflictividad social. «Una reunión de comunidad es, en cualquier lugar, un foco de tensión entre vecinos. Imagínense en una zona donde hay mucha gente que no ha sido educada en unas normas básicas de convivencia», explica Alegría.
El Servicio de Mediación Social Comunitaria presta a petición de los vecinos afectados por un problema de convivencia. Una vez recibida la solicitud de mediación, el equipo analiza si puede encargarse del caso o si deriva al solicitante a otras vías de actuación. En el caso de que el asunto sea susceptible de ser abordado por el servicio, se habla con las partes, se propician las reuniones que sean precisas para intentar llegar a un acuerdo, y, una vez logrado el entendimiento entre las partes, se realiza un posterior seguimiento y evaluación de la solución acordada.
Otro de los puntos de desencuentro vecinal propio de los barrios de la zona Norte tiene que ver con la elevada tasa de inmigración y de grupos pertenecientes a minorías étnicas. La convivencia en general es buena, a pesar de tanta diversidad de culturas, pero en ocasiones sí provoca situaciones de conflicto. Es el caso, por ejemplo, de las costumbres relacionadas con la práctica de algunos cultos religiosos. «En algunos casos, tras la celebración del culto, se concentra en la calle un gran número de personas cantando y tocando instrumentos musicales hasta altas horas de la noche», explica la concejal. Uno de los barrios donde más se da esta problemática es, según la edil, Colonia Requena.
Los mediadores también intervienen en conflictos de carácter familiar, desacuerdos entre arrendadores y arrendatarios, e incluso en asuntos relacionados con peleas, actuaciones llevadas a cabo por bandas, actitudes de falta de respeto o sospechas de comisión de delitos como robos o venta de drogas, aunque en estos casos lo que se suele hacer es orientar al solicitante hacia otros recursos más adecuados.
536 solicitudes
Este servicio municipal está cofinanciado por la Comisión Europea con cargo a los fondos Feder, y en el último ejercicio ha atendido un total de 536 solicitudes de mediación. Se encuentra ubicado en las dependencias del Centro Social de Virgen del Carmen, y en él trabajan dos mediadores y un coordinador. Este año se ha vuelto a sacar a contratación la prestación del servicio.
A comienzos de julio el Ayuntamiento resolvió el procedimiento a favor de la empresa Acuerdo Justo SC. El presupuesto asciende a 71.500 euros y el plazo de ejecución es de un año prorrogable a un segundo.
Para la concejal de Coordinación de Proyectos, Sonia Alegría, «es una de las iniciativas más importantes del Plan Integral de la Zona Norte porque lucha por rebajar los niveles de conflictividad y eso redunda en beneficio de una convivencia más pacífica». La edil destaca el interés y el esfuerzo de la mayoría de los vecinos de estos barrios por cambiar entre todos los hábitos que provocan problemas de convivencia.
«Hay mucha gente de la Zona Norte que lucha por conseguir una normalidad en esa convivencia como son las asociaciones de vecinos, colectivos de comerciantes, las parroquias, las ONG, las sociedades deportivas, los colegios o los institutos. Existe todo un entramado dentro de los barrios completamente implicado en el cambio», asegura.
El germen del Servicio de Mediación vecinal se encuentra en el llamado Equipo de Intervención Comunitaria puesto en marcha en el año 2000 por la Concejalía de Acción Social, con motivo del desarrollo del Plan Integral de Juan XXIII 2º Sector.
Entre otras iniciativas, ha trabajado en la constitución de comunidades de propietarios, ya que no existían en la mayoría de los edificios. En el 2007, con la entrada en vigor del Plan Integral de la Zona Norte, este servicio se hizo extensivo a todos los barrios incluidos en su ámbito de actuación. Ayudan a los vecinos a constituirse en comunidad y les ofrecen asesoramiento legal.
Gracias a ello, como en cualquier otro barrio de la ciudad, los vecinos pueden actuar frente al impago de las cuotas de la comunidad o toman acuerdos sobre temas de interés común de su edificio que todos los vecinos están obligados a cumplir.
El desarrollo del Plan Integral, puesto en marcha en el año 2007, ha permitido realizar una labor conjunta y coordinada entre las diferentes concejalías del Ayuntamiento de Alicante, y también entre el Consistorio y otras administraciones, como la Generalitat Valenciana o el Gobierno central.
Su objetivo global es lograr una mejora en las condiciones de vida de los habitantes de los barrios incluidos en su ámbito de actuación: Virgen del Carmen, 400 viviendas, Virgen del Remedio, Colonia Requena, Nou Alacant y Juan XXIII 2º sector. La Zona Norte, con alrededor de 40.000 habitantes censados, es una de las más populosas de la ciudad.
El 20 por ciento de los vecinos de la zona norte son inmigrantes, cuando la media en el con junto de la ciudad es del 11 por ciento, según el estudio poblacional que contempla el Plan Integral de la Zona Norte.
Además, hay un 20 por ciento de desempleo, y elevados niveles de pobreza y exclusión, ya que casi un cuarto de los usuarios de los servicios sociales de toda la ciudad residen en esta parte de la ciudad de Alicante.
La inseguridad es otro se los puntos débiles sobre los que se centran las actuaciones de este plan integral municipal. De hecho, el estudio previo al desarrollo del Plan reveló que el 43,4 por ciento de los vecinos de esta zona asegura que su principal preocupación es la inseguridad ciudadana de su entorno.
Diario la Verdad
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