domingo, 15 de enero de 2012

Una juez obliga a Calp a declarar la zona de pubs saturada de ruidos

El consistorio no podrá dar nuevas licencias para negocios de ocio nocturno y los existentes deberán quitar las terrazas e instalar limitadores acústicos Las calles se cerrarán al tráfico a partir de las 22 horas

La balanza entre la fiesta nocturna y el derecho al descanso se ha inclinado una vez más del lado de los vecinos que no pegan ojo por los ruidos. La juez del juzgado de lo contencioso administrativo número 4 de Alicante, en una sentencia del pasado mes de octubre, daba la razón a cuatro comunidades de propietarios de Calp que habían denunciado la "inactividad" del ayuntamiento en el expediente para declarar la zona de pubs de la calle Castellón y adyacentes -están próximas al paseo marítimo de la playa de la Fossa- Zona Saturada de Ruidos (ZAS). El juzgado daba diez días al consistorio para cumplir el fallo. Sin embargo, no fue hasta el pleno de ayer cuando, por unanimidad, se aprobó esa declaración de ZAS.
Tanto el equipo de gobierno (PP e Independents-Els Verds) como la oposición (PSPV, Alternativa Popular y Gent de Dénia) advirtieron de que las restricciones son muy severas. La concejala de Ordenación del Territorio, Ana Sala, del PP, explicó que a partir de ahora no se podrán dar licencias para abrir nuevos pubs ni discotecas y, además, los negocios ya existentes deberán desmantelar sus terrazas. Mientras, los bares y restaurantes sólo podrán tener mesas en la vía pública hasta la medianoche. El tráfico también se limita. A partir de las 22 horas, se prohibirá el acceso rodado. La ZAS obliga a intensificar la vigilancia policial. Los pubs y discotecas deberán instalar limitadores acústicos que, si se superan los decibelios permitidos, provocará que los equipos de música se quedan sin suministro eléctrico.
"Nos vemos abocados a aprobar la ZAS", argumentó Ana Sala, que precisó que la escandalera en esas calles ya no es como antes porque se han cerrado locales. La edil recordó que en el anterior mandato el entonces alcalde, Joaquim Tur, del Bloc, ya llevó este paquete de medidas contra los ruidos al pleno, pero la oposición, que era mayoría, tumbó la propuesta. El portavoz del PSPV, Luis Serna, que en aquel momento votó en contra, explicó que las denuncias de los vecinos eran por el alboroto en la calle, ya que los locales están bien organizados. "Con más control policial se hubiera solucionado todo".
La propia figura de la ZAS obliga a realizar nuevas mediciones de ruidos dentro de un año. Y si se consigue acabar con el escándalo, se levantarán las duras restricciones.

Diario Levante

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